domingo, 22 de abril de 2012

¿Se puede caminar y mascar chicle?


Lunes, Abril 26th, 2010
Por Jessik Fuentes
Habitualmente ocupo esta pregunta, y la respuesta depende de las circunstancias. Cuando manejo y mi copiloto entabla un diálogo, trato de concentrarme y, finalmente, apago la radio para escuchar y responder debidamente. En este caso, no puedo hacer dos cosas a la vez. Quizás, como alguien me ha dicho, esto signifique que tengo problemas de déficit atencional.

Frente a esta limitante, tiendo a admirar la capacidad de los jóvenes de hoy para realizar varias cosas a la vez, especialmente cuando de tecnología se trata.  Cuando están en clases,  en la sala de estaciones de trabajo MAC, algunos de mis alumnos son capaces de revisar correos, escuchar música, conversar con sus compañeros presenciales y también chatear con sus amigos virtuales ¡y con varios a la vez!  Hay otros que, además, contestan mensajes del celular. En la jornada vespertina, hay que agregar café, obviamente, porque después de una larga jornada laboral los alumnos necesitan energía para terminar el día. Seis o siete actividades simultáneas y, al parecer, perfectamente coordinadas.
Como alguna explicación científica debe haber, busqué en la literatura especializada por estas particularidades que presentan una mayoría de nuestros estudiantes de educación superior. Veamos algunos comentarios puntuales.
El doctor Etienne Koechlin afirma, que no es posible para el cerebro humano dedicar atención focalizada en dos objetivos de forma simultánea. La salvedad de que alguien pueda cocinar mientras habla por teléfono, es que una de dichas tareas está conformada como hábito, es decir, su ejecución es automática, mecánica, ausente de concentración. Esto me confirma que para mí, conducir un auto todavía no es un hábito.
Según lo anterior, nuestros alumnos han convertido el manejo tecnológico en un hábito, aspecto que no debería extrañar si consideramos que viven con la tecnología desde la cuna y que conocen la disposición de los tableros de computación casi de forma innata. Muy pocos se sorprenden hoy día por el manejo experto de niños de 4 o 5 años de edad con los trackpad y los controles de los videos juegos.
La psicología del desarrollo tiene otra visión sobre estas conductas, al presumir que la etapa adolescente, producto de su pensamiento inmaduro, dispersa la concentración de cualquier objetivo, por lo que no hay una ejecución académica responsable en medio de seis o siete actividades simultáneas y que, finalmente, y ¡por supuesto que siempre muy tarde! deben recurrir a preguntarme dos o tres veces, qué deben ejecutar en sus MAC. David Elkind, un investigador de los adolescentes y sus comportamientos, asegura que esta distracción no es del todo tan involuntaria, pues les permite justificar una cierta incapacidad que públicamente no desean reconocer.
Resultan interesantes todos estos estudios, pero opino que como docentes, debemos dar una mirada más detenida a esta situación que debe repetirse con frecuencia en muchos laboratorios computacionales.
Para mí sería muy provechoso tener mayor claridad, así evitaría tropezarme o morderme la lengua.

1 comentario:

  1. Claro qu se puede!! pero no tres mitimitis a la vez! buen artículo!

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